¿Qué ayuda en casos de dermatitis atópica?

¿Qué ayuda en casos de dermatitis atópica?

Las personas que sufren de dermatitis atópica, sufren de forma literal. Picor muy intenso, piel seca y la carga del estrés psicológico que pueden padecer las personas afectadas. Seguir un tratamiento apropiado es lo más importante, y cuando se da con el correcto, la piel deja de causar molestias.

La dermatitis atópica es una enfermedad crónica de la piel, no contagiosa que se presenta en brotes. Por desgracia, no se puede curar, pero es tratable. Esta enfermedad requiere mucha iniciativa propia. El cuidado constante de la piel y evitar cualquier cosa que la irrite innecesariamente, ya son un buen comienzo. Además, debe evitarse el estrés psicológico o tratarlo rápidamente, ya que este ejerce una gran influencia sobre el estado de la piel.

En la dermatitis atópica la barrera natural de la piel está muy dañada. No se tienen las grasas esenciales de la piel, por lo que esta se ve incapacitada para almacenar líquidos. La piel pierde la capacidad de prevenir la penetración de virus, hongos y sustancias químicas.

El tratamiento requiere un cuidado suave, sin exponer innecesariamentede la piel a sustancias irritantes o nocivas. Se debe de considerar los siguientes puntos a la hora de elegir los productos adecuados:

  • Ducharse es mejor que bañarse, ya que el contacto con el agua es más breve. La regla básica es: lo más breve posible y no demasiado caliente.
  • Es mejor utilizar detergentes de pH neutro en lugar de jabón (pH demasiado alto) o detergentes agresivos como champús o geles de ducha.
  • No utilices franelas ni esponjas para lavarte, para minimizar la irritación mecánica de la piel.
  • Por la misma razón, debe evitarse frotar con una toalla; es mucho mejor dar toques suaves.
  • Después de cada contacto con el agua o de la limpieza de la piel, ésta debe hidratarse con un producto adecuado para el cuidado de la piel. Si la piel está todavía ligeramente húmeda, la crema hidratante puede absorberse especialmente bien.
  • Los productos sin fragancias, colorantes ni conservantes sintéticos son mejores porque tienen un potencial alergénico menor.
  • Lo mismo ocurre con los parabenos y los aceites minerales. Las sustancias de este tipo deben evitarse a toda costa para no irritar innecesariamente la piel.
  • Menos es más. Es mejor utilizar menos productos, pero los adecuados.
  • La higiene es importante. Los productos cosméticos deben volver a cerrarse inmediatamente después de su uso. Además, los productos sólo deben utilizarse siempre con las manos limpias.
  • Lo mismo se aplica al lavado de la ropa. Debe ser libre de fragancias y apto para pieles sensibles. Lo mejor es decantarse por detergentes ecológicos.
  • Por último, escoger ropa y tejidos apropiados son también de vital importancia. La lana, por ejemplo, puede causar irritación. El algodón suave o incluso la seda son especialmente agradables para la piel.

Consejo: Dependiendo del tiempo atmosférico, se aconseja utilizar diferentes productos de aseo. En climas cálidos, se recomienda un producto con alto contenido de agua. Esta se absorbe rápidamente y refresca la piel al mismo tiempo. En climas fríos, tal vez en combinación con aire seco, la piel necesita un cuidado con un mayor contenido de grasa. Estas cremas ayudan a mantener el equilibrio hidrolipídico de la piel.